Sí, sí , lo sé, es un plato de lo más sencillo, y de lo más básico, pero el objetivo del blog, no es sólo poner las recetas de las comidas, sino las comidas en sí mismas. Lo quiero para darme ideas incluso a mí, de qué cocinar, jajaja , que cuando me bloqueo, es que no veo ni un fideo que me guste ni una patata que pueda combinar con nada.
Los pimientos, cuando era pequeña, no me gustaban casi nada, de nada, pero conforme fui creciendo y viendo cómo disfrutaba mi tía Carmela comiéndoselos, pensé: "no estarán tan malos, no?" y así poco a poco los fui probando en todas sus maneras cocinadas: pimientos asados, fritos, rellenos, en acompañamiento, crudos, en ensalada.... y sí, me enganché.
Tengo una hija que desde bien pequeña, ya comía pimientos , no creo que eso se herede, no?
INGREDIENTES
- un buen puñado de pimientos, ( si son de la huerta de algún amigo, o tuya mucho mejor)
- aceite y sal
Los lavamos y los secamos bien.
Los cortamos en tiras a todo lo largo que dé el pimiento.
Y los ponemos en una sartén con bastante aceite muy caliente. ( lo ideal es una freidora, pero no la uso, así que sartén)
Los ponemos en la sartén y dejamos freir, con cuidado que no se nos pasen, ¡ salpican un montón!
Los sacamos y ponemos en una fuente y ahora es cuando le ponemos la sal.
Sólos están ricos, en bocadillo están mejor, para acompañar alguna carne, para.... todo, están buenos de todas las maneras.
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