Estos experimentos sí que me gustan. Lo he preparado de dos maneras diferentes para saber cuál va a ser la que permanezca en el tiempo.
INGREDIENTES
- 2 solomillos de pavo de unos 500 gr. aprox. cada uno
OPCIÓN A
- 1 cucharada sopera de orégano
- 1 cucharadita de cebolla en polvo
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- media cucharadita o algo mas de cayena trozeada
- media cucharadita de sal de trufa (si no tienes, pones sal normal)
- aceite de oliva, el justo para que no chorree y se le pegue todo el aliño
OPCIÓN B
- 1 cucharadita de tomillo
- 1 cucharadita de romero
- 1 cucharada de orégano
- media cucharadita de pimienta negra molida
- media cucharadita de sal normal
- media cucharadita de pimentón de la vera
- 1 cucharada sopera de manteca de cacahuete
- aceite de oliva, el justo.
Para la opción A, mezclo todas las especias en un cuenco,
Con una cuerda de esas para cocina, lo ato como si estuviera relleno
froto el solomillo con aceite de oliva y le echo las especias, pegándolas bien con la mano. Coloco en una parte de la bandeja de horno.
Opción B
Se ata igual que el otro, el motivo es para que después se pueda cortar y tenga un tamaño adecuado. Lo pinto bien con aceite.
En otro cuenco, mezclo todas las especias con la manteca de cacahuete. Para integrar todo, he utilizado directamente las manos. Se coloca en la bandeja al lado del otro y meter en el horno precalentado a 220º durante 20 minutos.
Qué bien huele¡¡¡
Saco del horno, dejo enfriar por completo. Corto el hilo y los corto en rodajitas y los guardo en un tuper en el frigo. Aunque si quieres lo vas cortando según vayas a consumir. En bocadillo, en tostada, como picoteo con una cerveza bien fría, con unas almendras fritas, para media tarde......
El que mas nos ha gustado ha sido LA OPCIÓN A