Mientras he preparado la lejía, (¡Ojo, todas las precauciones son pocas: ventana abierta a tope, guantes, gafas, mangas largas y vinagre a mano por si salpica) he puesto la botella del aceite de coco al vapor, para que se disuelva, porque estaba mas duro que un peñón, cuando ya hay liquido suficiente para pesar los 400 gr. he sacado la botella del vapor.
Una vez hecha la lejía, he mirado las temperaturas tanto del aceite como de la lejía. Había mas de 15 grados, Así que he puesto el aceite otra vez al vapor mientras se enfriaba un poco mas la lejía.
Pasados cinco minutos, ya están listos. Echo la lejía sobre el aceite, remuevo con la pala y empiezo con la batidora a velocidad baja.
Bien, pues ya he conseguido las natillas, las he envasado en un tetra de leche de estos modernos que son estrechos. Yo no he puesto aroma ni aceites esenciales ni nada, pero si lo pones sería justo ahora. No he añadido el coco rallado porque el envase lo he cortado en vertical y he pensado que se iría el coco al fondo, así que solo he puesto por encima para que algún trozo lleve un poquillo de coco. Viendo la espesura y lo rápido que se endurece, hubiera podido echar el coco rallado sin problemas.
Lo normal es dejar 24 horas, pero este jabón con todo coco se endurece demasiado rápido.
Yo he dejado pasar 6 horas y ya al cortar parecía un queso curado, se ha hecho lascas en algún corte 😕
Pero bien la final he podido salvar casi todo perfecto. Para probar, es perfecta esta cantidad.