Parece mentira que no haya hecho berenjenas rebozadas en un millón de años. En casa, mi madre las hacía con harina Yolanda que ya lleva un poco de leudante y salían super ricas y por supuesto rebozadas así, aunque a veces en vez de cerveza le tocaba el turno al agua. El caso que fuera como fuese, los rebozados triunfaban siempre. Ahora por la pereza de freír y de tener ahí un aceite guardado, la verdad que hago pocos fritoleos. Nos han regalado esas berenjenas y pensé en hacerlas así a ver si ya me salían. Po mira, si.
INGREDIENTES
- 3 berenjenas pequeñas o 1 grande
- 1 huevo
- harina de freír, la que admita, ya se va viendo según textura
- 1 vaso de cerveza aprox.
- sal
- pimienta
- aceite de oliva
- miel ( si quieres comerlas con miel, pues perfecto, a mi se me olvidó ponerla al final así que nos las comimos sin ella)
Cortar las berenjenas en bastones más o menos grandes. Echar sal y dejarlas en un escurridor aplastadas por algo que pese para que escurran lo más posible. Las he dejado una hora
Para aprovechar el tiempo, mientras, hacemos el rebozado. Poner en un cuenco el huevo con un poco de sal. Se bate y se añade la cerveza
Ahora echamos la harina poco a poco hasta que tenga una textura de cremita y esté homogénea. La metes en el frigo
Pasado el tiempo, mínimo una horita, enjuagar las berenjenas un poco, añadir sal y pimienta y las vamos pasando por el rebozado. Echar en una sartén con bastante aceite ya muy caliente y a esperar a que se ponga dorado. Sacar y poner sobre papel absorbente . Servir calenticas con o sin miel .
Han salido una pechá, las que han sobrado, hemos preparado un alioli y para otro día con una buena ensalada y su alioli aunque estén blandillas pero se disfrutan igual .