Jajajaja me ha faltado paciencia, para dejar que se enfríen del todo. Por eso el azúcar parece que se la han comido los roscos. Al principio, los hice con su molde para que se parecieran a esos de Málaga que se ven en las tiendas, pero no tenía mucho tiempo, y pasé a método manual, que no hay que cortar agujerito, sino que se hace sobre la marcha y es mucho más rápido. Están " pa reventá " de buenos,
INGREDIENTES
- 1 kg. de harina de reposteria
- 30 ml. de anís dulce
- 250 ml. de vino dulce tipo moscatel
- 2 cucharadas grandes de canela, o un poquillo más si te gusta muchísimo
- 250 gr. de azúcar
- raspadura de un limón
- 50 gr. de ajonjolí tostado
- azúcar glass
- 500 ml. de aceite de oliva
Empezamos por calentar el aceite, si quieres comprabar bien la temperatura, añade un trozo de pan, o de cáscara de limón.
Mientras colocamos la harina en una fuente grande y la abrimos bien, para que podamos echar el aceite caliente por encima, y así se fríe un poco la harina.
Removemos bien.
Añadimos todo lo demás, anís, vino dulce, ajonjolí, azúcar, cáscara de limón. Integramos bien todos los ingredientes y cuando ya es una masa manejable, la sacamos a la encimera y extendemos con el rodillo, dejando un grosor de 1 1/5 cm, aproximadamente .
He utilizado un emplatador, aunque me ha resultado un poco grande, pero sólo un poco, y un taponcico, para hacerle el aguijerillo del centro.
Mira que apañaicoss.
Horno precalentado a 180º y los dejamos entre 30-40 minutos. Ya sabemos que cada uno conoce su horno.... . Yo los he tenido 35 minutos y creo que con 30 hubieran estado perfectos también. Eso sí, han de quedar crujienticos. Dejamos enfriar y rebozamos en azúcar glass.
No os podéis imaginar, el olor tan rico , no podía parar de decir, ummmm que bien huele.¡¡¡